jueves, 3 de noviembre de 2016

Crema de zanahoria morada y boniato rojo con sardina de bota en aceite


Hace unos meses estuve en Palma de Mallorca junto a mi amigo Paco Boigues invitado por Pedro Alomar, la persona encargada de la distribución del horno Kamado en España. Una persona generosa y con unos conocimientos increíbles tanto profesionales como de la vida. Nos enseñó que allí es muy típico comer Safarnaria o zanahoria morada. El otro día, en una de mis múltiples visitas a los mercados de Valencia, vi que tenían zanahorias moradas recién cogidas. La probé y decidí elaborar una crema con ellas, pero como mi cabeza no para de dar vueltas pensando en cocina, al final me puse a hacer una elaboración que me pareció arriesgada, pero a la vez muy agradable de comer. Hice la crema acompañándola, con boniato rojo, uva, sardina de bota y queso payoyo con sabor a romero. Si lo lees parece una combinación extraña, pero si lo pruebas te aseguro que cambiará tu percepción sobre la misma. Vamos allá con la receta que espero que sea de vuestro agrado.



Ingredientes para 4 personas:
200 gr. de zanahoria morada
1 cebolla morada
1 boniato rojo asado de 200 gr.
1 sardina de bota
100 gr. de queso con sabor a romero
10 granos de uva
Cebollino
Hojas de la zanahoria
AOVE
Sal


La zanahoria morada, safarnaria o pastenaga negra había sido muy utilizada en Mallorca pero se estaba perdiendo su uso. Por suerte se ha recuperado su uso y hoy en día es común verla en multitud de receta. Su característica principal es el tono morado, casi negro que posee su exterior y el color blanco interno. Gustativamente, podríamos decir que es más dulce que la zanahoria naranja y tiene un toque picante característico. 


En primer lugar cortamos la cebolla en mirepoix y la sofreímos en AOVE. Pondremos unas tres cucharadas.


Mientras se pocha, pelamos la zanahoria y la cortamos en trozos.


Una vez comience a estar bien pochada la cebolla agregamos la zanahoria. Agregamos 300 ml. de agua y cocinamos con sal unos 15 minutos aproximadamente.


Para esta receta he elegido un boniato rojo, que tiene un punto dulzón al igual que la zanahoria. Cogeemos un boniato de unos 250 gr. que previamente habremos asado. Si lo deseamos, podemos poner el boniato pelado, cortado crudo y lo cocemos con las zanahoria, añadiendo más tiempo. Yo prefiero el boniato asado porque los toques de los azúcares le dan un sabor mucho más sutil.


Añadimos el boniato asado y pelado a la zanahoria y cocinamos 5 minutos más a temperatura suave. Trituramos con ayuda de un robot de cocina o de un túrmix y reservamos. A mi me gustan las cremas más bien espesas, pero eso ya es cuestión de gustos. Si la deseáis más ligera, agregarle más agua.


Mientras preparamos las sardinas de bota. Las sardinas de bota es un producto que también se está recuperando y que pertenecen a la memoria de mi infancia cuando iba con mis padres a las tiendas de salazones. Un manjar que nos perdemos y que debemos recuperar. Son sardinas en salazón y bien aplastadas. Yo puse las sardinas a remojo durante 3 horas. Una vez transcurrido el tiempo, las secamos y las desescamamos, quitamos la tripa y fileteamos con sumo cuidado.
Las ponemos en un recipiente con AOVE y reservamos.


Cuando montemos el plato, usamos uno hondo o un cuenco. Ponemos la crema en el fondo, cortamos las uvas por la mitad y las colocamos alrededor del plato. Rallamos el queso por encima de la crema. Situamos hojas de la zanahoria morada en el plato que le darán fragancia y por último ponemos la sardina de bota en aceite.
Cuando probéis este plato, notaréis el contraste dulzón por un lado y el punto salado de la sardina y el queso por otro. De eso se trata este plato. Del contraste dulce y salado que a mi me encanta y que espero que a vosotros también.
Una receta diferente pero que a mi me trae recuerdos de la infancia, no lo puedo remediar.

Bon Profit!

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