Estoy revisando las recetas que tengo en el blog y aunque ahora tiene poca actividad porque me estoy tomando con tranquilidad la publicación de recetas, quiero retomar de nuevo la elaboración de recetas clásicas valencianas. Sé que lo he dicho muchas veces pero es que me gusta recuperar las tradiciones de la tierra donde vivo porque al final, el boca a boca, hará que muchas recetas desaparezcan sin dejar rastro y esa es una de las cosas que siempre he intentado evitar. Cuando era profesor, les decía a mis alumnos que se sentasen con sus abuelas o madres y que todas esas recetas maravillosas que hacían de memoria, las apuntasen en un cuaderno, porque algún día, esas personas ya no estarán y esas elaboraciones se perderán en el olvido.
Es por ese motivo que estoy buscando recetas antiguas que puedan ser interesantes para todos y una de ellas es la que os traigo hoy, la Fabiola de Altea. Lo primero de todo que tengo que decir es que he buscado bibliografía para saber el origen de este postre clásico pero he sido incapaz de encontrarla. Seguro que gente de Altea y de la comarca valenciana de La Safor lo conocen pero a día de hoy no he encontrado información. Seguiré buscando para daros a conocer de donde viene.
Este postre está hecho con huevos, almendra, coco y azúcar. Sin ningún tipo de impulsor. Para los amantes del coco una delicia, para los que lo odian, ni siquiera pasar por este post. Vamos allá con la elaboración que si bien es fácil, es costosa y requiere de una virtud que hoy en día carece mucha gente, la paciencia.
Ingredientes:
6 huevos XL
200 gr, de azúcar
250 gr. de harina de repostería
75 gr. de coco rallado
75 gr. de almendra molida
Para el almíbar:
200 ml. de agua
200 gr. de azúcar
Moscatel
Precalentamos el horno a 180º.
En primer lugar separamos las claras de las yemas. Montamos las claras poco a poco.
Incorporamos el azúcar poco a poco y seguimos montando hasta alcanzar el punto de nieve.
Así es como nos debe de quedar.
Seguidamente añadiremos las yemas reservadas.
Agregamos las yemas de una en una y batimos con suavidad.
El color de las claras habrá cambiado con las yemas.
Incorporamos el coco rallado y la almendra con suavidad y de manera envolvente para que no se baje la mezcla.
Pasamos la harina por un tamiz.
Agregamos poco a poco la harina de igual manera para que no se baje y quede esponjoso el bizcocho.
Usamos un molde circular como el de la foto. Engrasamos bien el molde y enharinamos. Añadimos la mezcla y dejamos reposar 15 minutos aproximadamente. Introducimos en el horno precalentado y cocinamos unos 30 o 35 minutos aproximadamente.
Sacamos del horno y dejamos reposar.
Preparamos en una olla el almíbar con el azúcar, el agua y el moscatel. Pondremos moscatel a gusto de cada uno.
Con un pincel vamos calando poco a poco el bizcocho sin desmoldar. Una vez bien calado, desmoldamos y calamos por la otra parte. Decoramos con coco rallado que habremos reservado.
Dejamos reposar de un día para otro antes de tomar. Este tipo de bizcochos suele ser llamado "borracho" por lo empapado que queda. Depende de gustos lo calaremos más o menos. Es un bizcocho altamente calórico pero una vez puestos, lo podemos acompañar con un chupito de moscatel o mistela.
Bon Profit!
Me encanta la Fabiola. También se puede hacer sólo con coco o solo de almendras, al gusto.
ResponderEliminarEn cuanto al origen del nombre, siempre he oído que en una visita de la reina Fabiola un panadero creó este bizcocho con forma de corona para agasajarla.Aunque se ha popularizado como Fabiola de Altea, tengo entendido que fué en otra población cercana donde se hizo.