Todo el mundo conoce la tradicional Fideuà que tiene su origen en la ciudad de Gandía y que todos los años lleva a cabo un concurso internacional. Lo que no se conoce tanto es la tradición de elaborar otras recetas con fideos y acabarlas en seco. Son recetas que se elaboran por todo el arco Mediterráneo y que tienen como origen una receta con caldo de pescado, donde los fideos se doran bastante. Sin embargo, en otros lugares, existe el rossejat de fideos elaborado con carne. La elaboración que hoy os traigo es una de esas. En mi casa a veces se suelen elaborar rossejats con el caldo del puchero valenciano y las sobras de carne, legumbres y hortalizas. Por eso para mi esta receta no es novedosa.
En esta ocasión he querido elaborar un rossejat con costillas de cerdo y acompañarlas con una judías de manteca que me regaló mi amiga Nancy Salom y que no había probado en mi vida. La combinación de costillas de cerdo con cualquier judía, ya sea verde o la que hoy os presento de color amarillo, es fantástica. Más abajo os explico que son las judías de manteca, pero ahora vamos con su elaboración que veréis que es muy sencilla.