Sé que esta receta puede tener detractores y seguidores. Las manitas de cerdo son uno de esos productos que o te gustan o no. A mí me gustan y a mi familia también. He querido preparar esta vez las manitas de una manera diferente a la habitual. Desde que estuve por tierras mexicanas siempre tengo en mi casa los ingredientes básicos para elaborarlos. Y no son otros que achiote, orégano y cítricos.
El achiote es un árbol del que se usa la simiente de su fruto y que en centroamérica y sudamérica se usa como sustituto del azafrán y de cualquier colorante que usamos aquí en Europa. En mi blog tenéis la elaboración de tacos de de cochinita pibil y un arroz con el resto de los tacos de la cochinita pibil. Normalmente para esta receta se utiliza la carne magra del cerdo que después de horas de cocinado se desmiga y se pone en los tacos con un poco de salsa. En esta ocasión como os he dicho, las he querido preparar con unas manitas de cerdo que en casa suelen gustar.
Ingredientes para la cochinita pibil:
40 gr. de pasta de achiote
60 ml. de zumo de naranja
60 ml. de zumo de lima
60 gr. de manteca de cerdo
2 cucharadas de mole poblano
2 dientes de ajo
1 cucharada de orégano
Pimienta negra
3 cucharadas de vinagre
Sal
4 manitas de cerdo partidas por la mitad
1 cebolla tierna o roja
Aprovechamos el zumo de dos buenas naranjas. No necesariamente tienen que ser muy dulces.
Existen diversos formatos de achiote. Yo suelo gastar unas pastillas que pesan unos 150 gr. o un bote que tiene una consistencia menor.
Ponemos en un recipiente todos los ingredientes del majado de la cochinita pibil y trituramos con ayuda de un túrmix.
Si no conseguimos que se triture bien (a veces el achiote cuesta deshacerlo) lo calentamos un poco en el microondas.
Usamos unas manitas de cerdo a las que pasaremos el soplete para limpiarle toda posible impureza que podamos encontrar. Podemos envasar las manitas con el majado y dejarlas reposar con el 24 horas, pero esto es opcional.
En una olla ponemos las manitas de cerdo cortadas.
Las cubrimos con la cebolla cortada en juliana y salpimentamos.
Agregamos el majado por encima junto al orégano.
Vertemos agua hasta cubrir las manitas y dejamos cocinar unas 2 horas y 30 minutos aproximadamente. Las manitas deben quedar blandas pero sin que la carne se separe totalmente del hueso.
Si necesitamos añadir más agua a la elaboración porque se va consumiendo, lo hacemos tantas veces como necesite hasta comprobar que estén bien cubiertas y se puedan cocer uniformemente.
Una vez terminado el tiempo, sacamos las manitas y reservamos. Dejamos que la salsa se espese y en un recipiente ponemos las manitas y las napamos bien.
Introducimos en nevera unas 24 horas antes de comerlo para que todos los sabores estén bien homogeneizados. Transcurrido el tiempo y cuando vayamos a comerlas, las calentamos en un cazo a fuego muy suave con cuidado que no se nos peguen en el fondo del cazo.
Las acompañamos con unas patatas fritas cortados en dados grandes. Para hacerlas bien, las pochamos con AOVE al principio a fuego suave y cuando ya estén blandas, aumentamos la temperatura al máximo para que se doren. Quedarán blandas por dentro y crujientes por fuera. Ponemos en un plato con una servilleta para absorber el exceso de AOVE.
En un plato ponemos en el fondo las patatas y encima las manitas de cerdo. Regamos con un poco de salsa y acompañamos con un pan de calidad.
Como veréis, no se trata de una receta excesivamente difícil pero primero hay que tener ciertos ingredientes para hacerla y después mucha paciencia para elaborarla y consumirla. Podéis añadirle algún tipo de chile que no pique en exceso al majado para acompañar. Las manitas admiten un punto picante que combina perfectamente.
Bon Profit!
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