sábado, 3 de noviembre de 2018

Alubias verdinas con fondo de pescado, boletus y gamba rayada


Hace unas semanas realicé un periplo por tierras andaluzas. Me gusta Andalucía. Me gustan las playas de Almería y me gusta todo Cádiz del que soy un enamorado, porque posee un encanto especial, para lo bueno y lo menos bueno.
En casa de mi amigo Ralu de camino a la cocina realizamos de forma improvisada unos garbanzos con langostinos de Chiclana que creo que gustaron. 
Cuando me fui hacia Almería, hice una para el el Hotel Los Patios en el Playazo de Rodalquilar. Allí Maite, la dueña del hotel, me recibió con los brazos bien abiertos y me preparó unas verdinas con langostinos. Estaban para morirse. Con un fondo maravilloso que hacia que cada cucharada que tomase fuese pura poesía y sabéis que no me gusta ser adulador. 

Es por eso motivo que al volver a Valencia y con los día de frío intenso que nos hab azotado, hice una elaboración a mitad de camino de los garbanzos de Ancá Ralu y las verdinas de Maite. Como siempre que cocino son ideas que me surgen y que voy cogiendo de aquí y de allá. Aproveché un fondo con pescados de la zona de Xàbia que había preparado un par de días antes, unos boletus que tenía congelados desde hace un año cuando Patch Brown tuvo la gentileza de llevarme a la montaña y enseñarme rincones micológicos muy interesantes. Y de todo esto, junto a unas especias que me trajo mi prima Silvia de Marruecos pues elaboré este plato que espero que sea de vuestro agrado.


Ingredientes:
1/2 kg de alubias verdinas
1 cebolla grande
Perejil
2 litros de caldo marinero
1/2 va de vino blanco
Una pizca de canela
Una pizca de comino
Una pizca de jengibre
Una pizca de curry
Perejil
Una pizca de pimentón dulce
Alga kombu y fucus (opcional)
200 gr. de boletus
Gamba rayada
4 cucharadas de AOVE
Sal


Ponemos a remojo las alubias verdinas la noche anterior.


Cuando las vayamos a usar las escurrimos y las lavamos bien. Reservamos.


Cortamos la cebolla en ciselé.


La pochamos en una olla con el AOVE hasta que esté blanqueada.


El caldo que usé estaba hecho cono galeras, cangrejos, cabuts y una lecha.


Si deseáis, le podéis poner unos trocitos pequeños de sepia.


A continuación añadimos todas las especias.


Seguidamente agregamos las alubias verdinas, bien escurridas.


Vertemos el caldo marinero y las algas (opcional). Cocinamos durante 2 horas en agua blandas y unas 2 horas 30 minutos en aguas duras. Añadimos sal a gustos. Cuando empiecen a espumar, se la quitamos con la ayuda de una rasera y un cuenco con agua. La cocción debe ser muy suave sin que prácticamente llegue a hervir.


Como os digo siempre, cocino conforme veo y como vi que tenía un paquete de boletus congelados, pensé que serían un plus excelente para esta ocasión y las saqué del congelador.


Cuando estén a medio descongelar, cortamos los boletus en trozos pequeños.


Cuando falten 20 minutos para finalizar el tiempo (esto es ir probando las alubias poco a poco), ponemos los boletus en la olla y dejamos cocinar a la misma intensidad del fuego.


Dejamos reposar unas 24 horas. Al menos esa es mi opinión porque los sabores se armonizan. Cuando vayamos a comerlas, las volvemos a calentar y cuando estén bien calientes, añadimos las gambas peladas que se terminarán de hacer con el fuego residual.


Ahora sí que las tenemos listas para comer y sin dudas disfrutar. ¿Qué si este plato está bueno? Pues hay que ser muy burro para que te salgan mal estas alubias, porque con el producto que están hechas, es poco probable que así sea. Aunque de todas formas he de decir que con un poco de cariño, las alubias pueden salir un poquito mejor. 
Acompañarlas con un vino blanco seco, un Ribeiro de la variedad Lado como el que bebí el otro día, sería excepcional.

Bon Profit!

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