Con este post no es que haya innovado demasiado, pero es una receta que durante muchísimos años he ido elaborando en clases de cocina y que resulta bastante rápida de hacer. La gente que la ha probado ha salido satisfecha por que la mezcla del mascarpone con el membrillo le da un sabor muy interesante, además de ir acompañado con Amaretto que le refuerza el sabor. Una propuesta fresquita, sabrosa y esta vez no puedo decir que sea muy light. Pero nos tenemos que permitir algún pecadillo de vez en cuando, ¿no?
Ingredientes:
400 gr. de dulce de membrillo
300 ml. de nata para montar (35% materia grasa)
250 gr. de queso mascarpone
2 cucharadas de amaretto
Café
Bizcochos tipos savoiardi
Cacao en polvo
En primer lugar vamos a elaborar la crema de membrillo. Ponemos en un robot de cocina o ayudándonos con un batidor de barillas, el tiramisú, la nata, el queso mascaropne y el amaretto.
Batimos hasta obtener una mezcla espesa y homogénea. Cuidado con el exceso de batido por que puede resultar que nos pasemos y se nos corte.
Ponemos la mezcla en una manga pastelera y dejamos enfriar en nevera al menos un par de horas.
Mientras elegimos el molde donde poner el "tiramisú" y cortamos los bizcochos a su medida. Los pasamos por el café que previamente hemos elaborado o Nescafé. Colocamos una capa de bizcochos, otra de la crema de membrillo, una de bizcochos y una última nuevamente de membrillo. Decoramos con un trocito de bizcocho alargado y dejamos enfriar en nevera un mínimo de 4 horas.
Cuando vayamos a servir espolvoreamos con cacao en polvo. El contraste del dulce con el amargo del cacao le dará un toque interesante.
Espero que os guste la receta. Sencilla de elaborar y que no es realmente un tiramisú, por eso lo he puesto entrecomillado. Porque en esta vida no todas las cosas que hacemos son lo que parecen y además para que sea un auténtico tiramisú le hacen falta huevos.....
Jomío, te ha quedado de lujo. Qué hambre. Pero yo resistiré. Estoy a dieta y tengo que perder veintitantos kilos. Cuando me pueda permitir saltármela, me apunto esta. Genial.
ResponderEliminarGracias Olga. Cuando puedas la haces. No es muy difícil y creo que es una receta que resulta muy sabrosa. Besos.
EliminarBueno tiene que estar esto. Yo no soy muy fan del tiramisú porque no me gustan los postres con café (aunque me pirra el café sólo), pero en este caso y haciendo una mezcla de grappa y amaretto rebajado para mojar los bizcochos, tiene que quedar de lujo para que me lo coma yo.
ResponderEliminarComo de costumbre, soberbio! Un abrazo.
Gracias por tu comentario. Yo tampoco soy un fan enorme del tiramisú. Algunos se pasan con el azúcar y lo hacen en exceso pesado. Bufff grappa y amaretto, casi nada al aparato. Un abrazo y gracias por estar siempre al otro lado.
ResponderEliminarMmmmm !! me encantan todos los ingredientes, así que seguro que me gusta :)
ResponderEliminarNo esta mal para irme a dormir con dulces pensamientos.
Un abrazo
Pd. me gusta verte publicar
Seguro que sí Ro. Un dulce nunca le viene mal a nadie y mejor si es para irse a dormir. Otro abrazo para ti y publicar es lo que me gustaría hacer mucho más a menudo....
EliminarQué pecador con esta dulce tentación, me lo guardo para mi hijo cuando venga un loco del cafe en cualquiera de sus manifestaciones. Un besito
ResponderEliminarGracias Helena. Si es cafetero, cualquier tiramisú le gustará y sin lugar a dudas este también, o al menos eso espero. un beso.
EliminarMe encanta el tiramisú y el menbrillo..Un beso
ResponderEliminarEstá de vicio. No dudes en probarlo. Un beso.
EliminarQue rico! vaya receta mas buena.
ResponderEliminarMe quedo como seguidora.
Te invito a pasarte por el mio.
http://anyolcocina.blogspot.com.es
Gracias por tu comentario. Una receta sencilla y que gusta mucho. No dudes que me paso por tu blog. Un saludo.
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