Estaba leyendo un libro de Eduardo Mendoza titulado: Sin noticias de Gurb, una novela absolutamente hilarante que no hay por donde cogerla y decidí que sería gracioso tunear los nombres de los blogs de cocina de mis amigos y aunque peque un poco de falsa modestia, ¡creo que hasta me quedaron graciosos y todo!
Por ese motivo he decidido publicar una entrada que me apetecía mucho hacerla, porque esto de tener un blog y no poder escribir nada, te crea un mono bastante importante. Así que quiero compartir con todos vosotros el tuneo de los blogs y algunos más que he ido pensando a lo largo de la mañana.
Solo pretendo que os riais conmigo y de mi que aunque parezca una persona muy seria, quien me conoce bien sabe que no lo soy.
Ya sabéis que está hecho con todo mi cariño y mi respeto hacia todos vosotros. ¡Un besote!