jueves, 23 de abril de 2020

Empanadillas de guisantes, morcilla, manzana y setas


Desde pequeño he tenido dos sitios de veraneo. El pueblo valenciano de Lliria (denominado como la ciudad de la música) y el alicantino de Xàbia. En el segundo he vivido grandes momentos gastronómicos desde mi niñez y aún los sigo viviendo. Cada lugar tiene una gastronomía particular, especial para cada uno de nosotros. En Xàbia son típicas las cocas de trigo que se hacen en toda la comarca de la Marina Alta. En este blog tenéis como se realizan de la manera tradicional. Pero una de las cosas que más recuerdo en estos días son las empanadillas de guisantes que comparaba en una tienda de alimentación que aún existe en Xàbia y que se llama Xé Remigio. Esperaba con ansia que mi madre viniese de comprar para saber si ese día habían traído las empanadillas de guisantes desde Benitatxell. Son de esas cosas que se te quedan marcadas en la memoria para siempre porque a parte de su sabor, te recuerdan a familiares, amigos y lugares en los que he vivido alguno de los mejores momentos de mi vida.


Es por eso que en estos días de confinamiento pongo a trabajar mi cabeza para recuperar viejas recetas y aunque la que hoy os traigo es una invención mía por los ingredientes que lleva, tiene el sello de esas empanadillas con sabor a gloria y que la gente cuando las prueba no puede parar de pensar en cuando volverá a probarlas. Porque la cocina es cultura y recuerdos que no debemos olvidar.

Ingredientes:
Para el relleno:
100 gr. de morcilla
200 gr. de guisantes frescos o congelados
1 cebolla
1/2 manzana golden
40 gr. de setas secas (opcional)
1/2 vasito de vino blanco
3 cucharadas de AOVE
Sal
Tomillo
Romero

Para la masa:
225 gr. de harina
100 ml. de aceite
50 ml. de agua
5 gr. de sal

Huevo para pintar

En primer lugar elaboramos el relleno de las empanadillas. 


La morcilla puede ser de cualquier tipo pero yo he elegido una de sangre que tenía  en la alacena procedente de una caja de Navidad.


Cortamos la cebolla en juliana y pochamos con el AOVE.


Añadimos la manzana que habremos picado den dados y las setas. Añadimos sal y dejamos que se poche todo bien.


Agregamos la morcilla desmenuzada y el vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol.


Mientras blanqueamos los guisantes 6 o 7 minutos y los pasamos a un bol con agua y hielo para que conserven su color. Escurrimos bien y mezclamos con el resto del relleno. Agregamos las especias y dejamos reposar al menos 12 horas para que los sabores se asienten.


Cuando vayamos a preparar las empanadillas, preparamos la masa. En un bol mezclamos todos los ingredientes.


Ponemos todos los ingredientes de la masa y amasamos de forma ligera. Un excesivo amasado hará que el aceite se separe con rapidez.


Precalentamos el horno a 200º.
Pesamos 75 gr. de masa y hacemos una bola con cada una de ellas sin que llegue a amasarse excesivamente. Ponemos la bola entre dos papeles de horno y aplastamos con ayuda de un vaso hasta obtener una masa lo fina que deseemos. Levantamos uno de los papeles y colocamos en el centro el relleno. Ayudándonos con el papel de horno cerramos la empanadilla sin que el relleno se salga. 


Cerramos la empanada dando pellizcos a los bordes de la masa.


Ponemos las empanadillas en una bandeja de horno y pintamos con huevo.


Introducimos en horno y cocinamos hasta que estén bien doradas.


Así quedarán las empanadillas con ese tono tostado y el relleno bien jugoso. Si queremos, podemos hacer la masa más fina, pero eso ya es opcional.
Las dejamos reposar al menos 2 o 3 horas y ya las tenemos lista para comer.

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