Crema de níscalos

Hace unos días me fui, como casi todos los años, a coger níscalos con un amigo. Nos fuimos a un pueblo del interior de Valencia, Requena, aunque no os diré la zona exacta porque como "buen aficionado a la recolección de setas", es uno de los 10 mandamientos de esta excepcional afición. Recogimos entre 5 personas cerca de 20 kg y aunque cansados por el esfuerzo realizado, te sientes muy satisfecho porque tu cuerpo y tu mente se unen a la naturaleza y hace que un urbanitas como yo disfrute del campo de una manera especial.

Por ese motivo, os he querido elaborar una de mis recetas favoritas, una estupenda y facilísima crema de níscalos o rovellons como se les llama en tierras valencianas. Espero que si este fin de semana aún cogéis alguno, preparéis esta deliciosa receta.

Ingredientes:

1/2 kg de níscalos

1 cebolla mediana

2 cucharadas de oporto

2 cucharadas de AOVE

Coriandro en polvo

300 ml. de agua

Sal

Existen diversas variedades de níscalos, si bien las que más encontramos en la Comunidad Valenciana son estas tres variedades, Lactarius vinosus, Lactarius deliciosus, Lactarius sanguifluus. Las que yo he cogido días atrás pertenecen al tipo Lactarious sanguifluus que poseen un color más rojizo en su látex, aunque también cogí, en menor medida, Lactarious deliciosus, con un color más anaranjado. Según los expertos, el tipo de las que más cogí son las que mejor sabor tienen. Un sabor intenso y más penetrante que las otras, aunque ambas son una auténtica maravilla.

Cortamos la cebolla en juliana.

A su vez cortamos los níscalos en trozos grandes.

En primer lugar sofreímos la cebolla  con el aceite y cuando comience a blanquear añadimos el oporto hasta que se reduzca.

A continuación añadimos las setas y las salamos y ponemos el cilantro. Rehogamos unos minutos a fuego alto para que se doren un poco.

Una vez hemos rehogado las setas, vertemos el agua y dejamos cocinar 10 minutos a fuego moderado y tapadas. 

Transcurrido el tiempo colocamos la mezcla en un robot de cocina o con ayuda de un turmix y trituramos hasta que se nos quede una crema bien lisa. Si la queremos más ligera, a la hora de cocinar añadimos mayor cantidad de agua. Rectificamos de sal.

Ya la tenemos lista para consumir, porque cuanto más caliente la tomemos mejor será en esta época tan gélida que tenemos. Espero que os guste, porque posee un aroma maravilloso que todos los amantes y no amantes de las setas sabrá valorar.