Paseando por el mercado hace unos días, vi unas preciosas ramas de apio y he me dije, ¿podría hacer una crema con él? La verdad es que el apio tiene un sabor característico y a mucha gente no suele gustar. Me eché al ruedo y pregunté como hacerla y un amigo cocinero me dijo que quizá quedaría demasiado amarga, pero me animó a elaborarla, ya que estaba seguro que me saldría bien. Y me puse manos a la obra. Usé moscatel, para rebajarle la fuerza y el amargor del apio y trozos de queso raclette que pienso que combinan muy bien con él. A mi me ha gustado mucho esta crema y se puede tomar tanto caliente, templada o fría, según la época del año. Ahora apetece todavía caliente y es como lo tomé. Mi familia que miraban el apio con caras incrédulas, les encantó. Vamos allá con su elaboración.
Ingredientes:
3 pencas de apio
1 cebolla mediana
30 ml de moscatel
100 gr. de queso Raclette
25 gr. de sésamo
Agua
AOVE
Sal
Para decorar:
Brotes
Sésamo negro
Lavamos bien el apio y quitamos los filamentos de alto contenido en fibra.
Troceamos el apio en trozos pequeños. Reservamos.
Troceamos la cebolla en mirepoix.
En una olla, ponemos la cebolla con AOVE hasta que empiece a blanquear y un poco a dorarse.
Agregamos el apio y rehogamos unos minutos.
En una sartén ponemos el sésamo para tostarlo a fuego medio.
Cuando esté rehogado, añadimos el moscatel y dejamos que reduzca.
Añadimos el agua y la sal, dejamos cocinar cuando hierva, 8 minutos.
Mientras removemos el sésamo hasta conseguir que se dora, como veis en la foto.
Colamos la cebolla y el apio, separando el caldo que quede.
Ponemos en un robot de cocina o con ayuda de un túrmix, el apio y el sésamo tostado. Vertemos caldo
El caldo que ponemos, dependerá de el espesor que deseemos. Añadimos el queso raclette cortado a trozos, dejando unas tiras para decorar al final.
Trituramos pasando por todas las velocidades y pasamos por colador para quitar todos los trozos de fibra.
Servimos en el recipiente que deseemos, colocando trozos de queso en el centro y decorado con brotes pequeños y con un poco de sésamo negro.
Os aseguro que os sorprenderá esta crema. Sabéis que el apio en general tiene un sabor potente y amargo, pero cocinado con la técnica que os he explicado, queda una crema suave y muy sabrosa. Espero que os guste.
Bon profit!
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