Crema fría de maíz morado, queso raclette, huevo de codorniz y champiñón del sol

Como os he comentado alguna vez en el blog, cerca de mi casa tengo un supermercado de productos orientales al que suelo ir con frecuencia y que me vuelve loco cada vez que entro. Para mi es como esa tienda de ropa a la que mucha gente va y carga de bolsas y bolsas sin parar. Me fascina ver la variedad de productos que tienen en este supermercado y me llevo muchas cosas que no cocino hasta pasadas muchas semanas después. Allí también tienen productos de sudamérica. La receta que os preparo hoy, lleva un ingrediente principal cerca de medio año en el armario y ya era cuestión de usarlo. Se trata de maíz morado deshidratado. En España tenemos muy pocas variedades de maíz, pero si nos vamos a países como Perú, Colombia o Chile, allí encontraremos muchos tipos de maíz o como allí le llaman, choclo. Lo elaboran en recetas tanto saladas como dulce. Es por eso, que hoy os he querido preparar una crema que se puede tomar fría o templada, ideal para el tiempo en que nos encontramos. La he acompañado con un tipo de hongo que se llama Champiñón del Sol, originario de Brasil y que tiene una enorme cantidad de propiedades nutricionales. Espero que sea de vuestro agrado.

Ingredientes:

2 o 3 mazorcas de maíz morado

125 gr. de champiñón del sol

1 cebolla

Huevos de codorniz

150 gr. de queso raclette

Jengibre

AOVE

Sal

Agua

Para decorar:

Hojas de flor de borraja

Brotes variados

La noche anterior hidratamos el maíz.

Cortamos la cebolla finamente.

La dejamos que se poche con AOVE hasta que empiece a blanquear.

Añadimos el maíz hidratado y el agua con el tinte que habrá soltado. Cocinamos unos 45 minutos o hasta que veamos que los granos estén cocinados. Rectificamos de sal y ponemos un poco de jengibre.

Desgranamos las mazorcas para triturar mejor. Lo ponemos en un robot de cocina y trituramos bien hasta obtener una crema con la consistencia deseada.

El champiñón del Sol, también conocido como Hongo del Sol o Agaricus Blazei Murill, es un hongo comestible, originario de Brasil que se ha utilizado tradicionalmente como nutriente para nuestro organismo.

Fue descubierto y popularizado en la década de 1960 por Takatoshi Furumoto. El hongo, más tarde identificado como Agaricus blazei Murill por un botánico belga, fue llevado a Japón para la investigación científica. Su abundancia en nutrientes ha despertado gran interés en todo el mundo.

Se cultiva principalmente en la región de Piedade (Estado de Sao Paulo - Brasil). Ha sido cultivado, principalmente, en regiones próximas a la costa Atlántica, en el sureste de Brasil, donde gozan de temperaturas cálidas con altos niveles de humedad. Se trata de una especie micológica muy rica en nutrientes, destacando por su alto aporte de hierro, polisacáridos y proteínas.

En las últimas décadas, su cultivo se ha extendido a otras regiones de similares características donde se emplea como alimento de alto valor nutricional y cuya extraordinaria composición ha favorecido su uso en otros ámbitos.

Cortamos el queso en dados y trituramos en caliente. Reservamos, dejamos enfriar fuera de nevera e introducimos posteriormente en nevera. Consumimos transcurridas de 6 a 12 horas.

Cocemos los huevos de codorniz 5 minutos. Dejamos enfriar y pelamos.

Ya tenemos listo el plato. Ponemos crema en un plato hondo, en el centro un huevo de codorniz y rodeamos con champiñones del sol crudos. No necesitan cocción. Mantienen todo su sabor y propiedades. Decoramos si lo deseamos con flores de borraja y brotes.

Como véis es una receta muy fácil de elaborar. Quizá el único inconveniente sea encontrar los ingredientes a usar. Podemos sustituir el maíz por el amarillo que tenemos en todos los supermercados y los champiñones del sol, por champiñones normales. No será lo mismo, pero se asemejará.

Bon Profit!