La calor persiste. Creo que este año vamos a batir records de temperaturas altas y de porcentaje de humedad. En Valencia es absolutamente insoportable. Por ese motivo os he traído una receta refrescante en el que una vez más está presente la remolacha, en otra elaboración, hice un falso salmorejo, pero en esta ocasión he variado la receta. En primer lugar he usado una remolacha cruda. También he usado arándanos y un ingrediente que vengo usando mucho últimamente, el capellanet pasado por la llama. Mezclas curiosas pero que dan un sabor peculiar cuanto menos. Espero que os guste y como veréis, vuelve a ser una receta muy sencilla de realizar.
Ingredientes:
2 tomates grandes
1 remolacha cruda
50 gr. de arándanos
2 ciruelas verdes
2 ciruelas rojas
1 capellanet pasado por la llama y en hilos
125 gr. de pan
25 ml. de vinagre de manzana o frambuesa
50 ml. de aceite de oliva
Para finalizar:
Rabanillo de mar (opcional)
Brotes
Pepinillo cortado en brunoise
Queso rallado (opcional)
Ponemos los arándanos en el vaso de un robot de cocina junto a los arándanos. No hará falta añadirle sal, ya que el capellanet le aportará la salinidad.
Añadimos las ciruelas sin hueso, pero con piel.
La remolacha es de esos productos de temporada fantásticos que podemos obtener en esta época. Sirve como colorante, tiene propiedas diuréticas y antioxidantes y en boca posee un sabor terroso muy característico. A mi me gusta mucho, tanto en crudo como encurtida. Si rescato unos archivos, os prepararé una receta de arroz de remolacha que me gustó, pero que perdí...
Pelamos bien la remolacha y la cortamos a trozos. Trituramos pasando por todas las velocidades.
Ponemos el pan que habrá estado a remojo y el vinagre. Volvemos a triturar pasando por todas las velocidades.
Agregamos el AOVE y con ayuda de una varilla, emulsionamos.
Con este color y consitencia nos debe quedar. Lo guardamos en nevera y dejamos que se asienten los sabores y aromas al menos 12 horas.
Ponemos la crema en el recipiente que deseemos. Yo he usado unos botes pequeños de conserva, pero podéis utilizar cualquier otro. Ponemos unos trocitos de pepinillo por encima, unas gotas de AOVE, brotes, queso rallado y rabanillo de mar que le confiere un toque salino y un poco picante. Para hacerlo durante todos los días de este verano caluroso, porque no engorda, es muy depurativo y tiene una serie de matices muy importantes en boca y nariz.
Bon Profit!
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