Hay momentos en los que las legumbres toman protagonismo en la cocina. Esta época es ideal para preparar platos como el que hoy os muestro. Sé que en Valencia no es muy habitual el elaborar potajes salvo en las zonas del interior de la comunidad y normalmente se realizan en zonas más urbanitas siguiendo la tradición de Semana Santa.
Es una lástima que se vayan perdiendo los platos de cuchara de nuestra alimentación habitual y es algo que entre todos tenemos que conseguir que vuelvan a aparecer y que a los niños les inculquemos esta manera tan saludable de comer. Por ello, las legumbres son una parte fundamental de la alimentación y con esta elaboración he querido combinar dos legumbres que en Valencia suelen tener un uso menor y mucho más los garrofons cocinados de esta manera. Quizá no sea una receta al uso, pero os aseguro que el sabor, el aspecto y su colorido, harán que muchos de vosotros os animéis a elaborarla.
Ingredientes:
2 manojos de acelgas
250 gr. de garrofó sin pelar
200 gr. de garbanzos secos
1 cebolla
Fondo de costillas y morro de cerdo
Pimentón dulce
AOVE
Sal
Cortamos la cebolla en ciselé.
La pochamos en una olla con AOVE. Cuando blanquee ya la tendremos.
Separamos las hojas de las pencas y las troceamos finamente.
Las añadimos a la cebolla y rehogamos unos minutos.
Añadimos los garbanzos que habremos puesto a remojo 12 horas antes de cocinarlos. Algunos dicen que se pongan con agua y sal, pero yo los suelo poner solo con agua.
Preparamos un fondo con las costillas de ternera y el morro en el que sofreímos las carnes y añadimos, zanahoria, cebolla y puerro. Cocinamos 16 minutos en olla rápida. Colamos el caldo y en un robot de cocina trituramos las hojas de los dos manojos de acelgas con un poco de aceite y unos 300 ml. del caldo. Añadimos a los garbanzos.
Quitamos los garrofons de las vainas.
Con paciencia y cuidado quitamos la piel de los garrofons y reservamos.
Cocinamos a fuego suave, el típico "chup chup" entre 1 hora y 30 minutos y 2 horas. Comprobamos que el garbanzo se ablande y rectificamos de sal. Si hace falta añadimos un poco del fondo elaborado aunque debe quedar todo bien trabado.
Añadimos las costillas y el morro que habremos troceado cuando falten unos 10 o 15 minutos para que estén los garbanzos.
Cuando tengamos los garbanzos en su punto, añadimos los garrofones frecos pelados y apagamos el fuego.
Quedará un caldo espeso, unos garbanzos blandos pero no pasados y un garrofó crujiente y con un sabor muy diferente al que solemos elaborar en una paella o cocido tradicional.
Dejamos reposar unas 24 horas para que todos los sabores se asienten. Colocamos en un plato hondo y si lo deseamos lo decoramos con un poco de micromezclum. Creo que esta maravillosa de cuchara no os defraudará. Sana, apetecible y cargado de mucho sabor, aroma y sobre todo pasión y cariño.
Bon profit!
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