Llega el verano y al igual que el gazpacho o el salmorejo, el hummus es de esos platos que no pueden faltar en nuestra dieta durante esta temporada. Ahora es más complicado comerse un potaje caliente que nutricionalmente es bueno para nuestra salud. Es por ese motivo que debemos buscar formas de consumir legumbres durante todo el año y el humus creo que es una de las mejores opciones. La receta que os traigo es la que un buen día se me ocurrió elaborar a mi. No es ni mejor ni peor que otras, solo está hecha a mi estilo. Tuve la oportunidad hace unos 12 años de trabajar con unos clientes libaneses que me dieron una serie de consejos sobre el hummus que ellos tomaban y desde entonces sigo parte de ellos.
En esta ocasión he querido acompañar al hummus con un producto de temporada. Ahora nos encontramos en una época donde podemos encontrar en los mercados las setas de primavera y el otro día vi que Javi Algas, tenía en el mercado de Ruzafa perretxicos y senderuelas. Con los pretensioso elaboré otra receta que os pondré más adelante y con las senderuelas acompañé este hummus. Acompaña muy bien porque tiene un toque dulzón y sabor a almendras que combina muy bien con la receta que os traigo hoy. Ahora solo queda que vosotros la probéis y digáis si en efecto es así.
Ingredientes:
600 gr. de garbanzos de bote escurridos
2 dientes de ajo medianos sin simiente
1 cebolla mediana
4 cucharadas de Tahini
80 ml. de AOVE
Zumo de medio limón
10 ramas de cilantro (solo las hojas)
Sal
30 gr. de senderuelas
AOVE
Cortamos la cebolla en juliana y pochamos con AOVE bien hasta que empiece a coger un tono caramelo.
Elegimos unos dientes de ajos medianos y les quitamos la simiente. Como veis, en esta época empieza a germinar y tiene un color verdoso. Lo abrimos por la mitad y lo retiramos.
Usamos un limón con jugo. Solo pondremos la mitad del limón. El de la foto es uno que me regalaron que tiene una buena cantidad de jugo. Se nota por la piel que no es tan dura como el de otros limones que en su interior están mucho más secos.
Yo he usado para esta elaboración el tahini. Lo podéis encontrar en muchas tiendas hoy en día. Es una pasta de sésamo machacada, rebajada con agua. Si no encontráis tahini, lo podéis hacer con sésamo en grano. Ponerle unos 4 o 5 cucharadas.
En un robot de cocina o con ayuda de un túrmix, triturar todos los ingredientes del hummus. Insistir bien para que se nos quede una pasta ligada. Por eso es importante poner la cantidad adecuada de AOVE para que no se nos quede excesivamente aceitoso. La cantidad de sal dependerá de cada uno de vosotros, al igual que el cilantro.
Esta es la textura que os debe quedar. Si hay grumos no pasa nada, pero a mi me gusta más con esta forma.
Lo ponemos en manga pastelera y dejamos reposar al menos unas 12 horas para que se asienten los sabores.
Cuando vayamos a servir, ponemos una sartén con un poco de AOVE y cuando esté muy caliente añadimos las senderuelas.
Salteamos levemente y reservamos. Agregamos un poco de sal.
Con ayuda de la manga, ponemos el hummus haciendo círculos. Hacemos un agujero en medio y vertemos AOVE. Colocamos alrededor las senderuelas salteadas y decoramos con hojas de cilantro. Si deseamos, podemos añadir unas semillas de sésamos por encima.
Ya lo tenemos listo para tomar. Acompañarlo con unas rebanadas de un buen pan tostado o pan de pita.
Bon Profit!
Muy completita y rica esta receta, te ha quedado muy chula la presentación. Un besazo.
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