jueves, 1 de mayo de 2014

Jesús Machí #pandeverdad Horno de San Bartolomé, Valencia


Hay experiencias en la vida que hacen verla con otros ojos. Estoy cansado de ver a gente mediocre creerse importante y si hay algo que valoro en el ser humano es la humildad. Ayer tuve la suerte de acudir junto con Cova Morales, al obrador de Jesús Machi, en el Horno San Bartolomé de Valencia, en el mítico barrio de Ruzafa.



Si algo destaco de esta visita, viendo como Jesús elabora unos fantásticos panes, es que se puede ser un auténtico profesional, un verdadero fenómeno, sin perder los valores básicos del ser humano, como son la cercanía, la amabilidad y sobre todo el amor por lo que se hace.


Nos dio una lección ayer en ese sentido. Una persona que ama su trabajo, que lo vive, que habla con los panes y los cuida como si fueran sus hijos. Aprendió de sus abuelos, a los que ayudaba desde bien pequeño y de su suegro, con 40 años en la profesión. Fueron parte importante para que sea uno de los mejores panaderos de Valencia, por no decir el mejor.


Cada frase que dice, hablando de las harinas, el cuidado que tiene al mimar su masa madre, una masa madre que según sus palabras lleva 13 años refrescándola a diario, hace que en una mañana, haya aprendido innumerables cosas de este oficio tan sacrificado y que para poder trabajar en él, tienes que amar para crear las maravillas que salen de sus manos.


No todo el mundo tiene esa capacidad. No todo el mundo tiene su sensibilidad y en su caso demuestra que vive por y para que las personas que acuden a su obrador, disfruten con lo que hace. Su mente no para y está en constante creación para conseguir y obtener cada día, mejores resultados. 
Se rodea de las mejores harinas del mercado y no escatima ni un céntimo en conseguir el mejor producto para que comamos con calidad y como muy bien dice él, de forma muy sana. Estamos acostumbrados a ver como la gente admira sitios que no voy a nombrar y que ofrecen panes prefabricados, congelados, elaborados con harinas de pésima calidad y que hace que cada vez más personas consuman productos muy dañinos para la salud. En su horno no encontraréis nada de esto. Es un auténtico artesano, que no quiere prestigio ni ganar dinero, solo quiere disfrutar de su profesión.

Tuvimos la suerte de presenciar como elaboraba diversos tipos de panes, como sus famosísimas baguettes, simplemente una delicia para la vista y para el oído cuando salen del horno y parecen hablar entre ellas. 




También preparó un pan de escanda o espelta con nueces, con un aroma que impresiona y para los que hemos elaborado pan, sabemos lo complicado que es trabajar este tipo de harina.






Otro de los panes era el de Kamut. Con un color intenso tras el horneado. Un pan especial, que sorprende a todos los que lo prueban.




Elaboró también otras baguettes con olivas negras y por último, los que denomina, las niñas de sus ojos. Unos panes redondos que al salir del horno parecían una sinfonía perfectamente acompasada. Un verdadero espectáculo para la vista , el oído y el paladar.




Nos habló también de otros panes que elabora, como el elaborado con calabaza y que es una de las estrellas de su panadería. Un pan aromatizado con té y pasas que a él le encanta y un pan de centeno con cardamomo, hinojo y naranja que tuvimos la fortuna de ver como infusionaba durante 24 horas, con un resultado fantástico.


Os puedo asegurar que la experiencia ha sido enriquecedora, única y que francamente me gustaría repetir.
Solo puedo deciros que os paséis por su horno y comprobéis vosotros mismos lo que os he ido contando. Gracias por permitirme entrar en tu casa, por hacerme sentir como si estuviera en mi propia casa y disfrutar de un día inolvidable.

C/ Duque de Calabria, 14 Valencia

Por último, desde esta tribuna reivindico, igual que reivindica él, el pan artesano, el pan de toda la vida el que hacen las personas que aman su oficio y que su máxima felicidad es ofrecer un producto de calidad para que los demás disfruten. Más #pandeverdad y menos consumo de productos de ínfima calidad.

12 comentarios:

  1. Comparto al cien por cien todo lo que dices. Esa moda de sitios que venden pan congelado me deja alucinada y no me gusta nada. No soy experta pero llevo muchos años haciendo pan y aprendiendo. Es una de las cosas más agradecidas de la cocina y valoro mucho a profesionales como Jesús .pero mucho más cuando nos comentas sus valores como persona.
    Es muy de agradecer saber que todavía hay personas que nos ofrecen esas maravillas, horneadas con tanto saber dedicación y cariño. Conozco a otros panaderos de Valencia que también provienen de una larga relación de panaderos y se nota esa pasión, esa sapiencia..
    Las fotos hablan solas y muestran que en ese horno se trabaja con una gran profesionad. Unos panes preciosos.
    Me alegra mucho que disfrutarás tanto. Gracias por compartir. Besets

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    1. Marisa, en valencia siempre hemos sido unos privilegiados teniendo unos hornos y una cultura del pan excelentes. No podemos dejar que desaparezcan más panaderías por la llegada de productos prefabricados, congelados de ínfima calidad y mi labor está en dar a conocer a la gente lo que es lo que realmente merece la pena. Nos jugamos mucho en nuestra salud cuando comemos cosas de malísima calidad y Jesús es un verdadero amante de su trabajo y como has visto en la crónica, las imágenes hablan por si mismas. Hay que reivindicar lo bueno, porque no siempre es más caro y seguro que como en este caso, de un sabor inigualable. Un beso grande para ti también.

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    2. He escrito el comentario desde el móvil y a pesar de que he corregido cosas, debe ser que modifica las palabras. Bueno, reitero la reivindicación del pan de calidad y del trabajo de los panaderos como Jesús. Tú, al igual que yo, sabemos de temas de salud y de lo ligados que van a la alimentación, pero también se trata de disfrute y para mí, el pan (a pesar de tenerlo restringido, es un manjar). Me alegra verte tan activo y disfrutando.

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  2. Me uno al comentario de Marisa, pero tanto por esos panes de 12 euros la hogaza como esos de 40 céntimos la barra; entre esa horquilla hay muy buenos panes artesanos que mucha gente no puede o prefiere no conocer. Ya tienen grabado a fuego que el pan se compra un día y al día siguiente lo que sobra no vale para nada, y eso denosta el trabajo de los buenos panaderos, sobre todo porque luego les presentas un pan artesano, de los de masa madre que te duran 4 días en perfecto estado... y te lo tratan igual que el pan precocinado.

    Por cierto, me encanta ese de centeno, cardamomo, hinojo y naranja, terminaré haciendo una versión.

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    1. Mucha gente confunde calidad con caro. Y te puedo asegurar que los panes que vende Jesús son de una calidad asombrosa. Yo mismo he visto como lo trabaja, la dedicación que les da a cada uno de ellos y eso es lo que intento transmitir a la gente. Dejémonos de mediocridad y busquemos lo mejor. Alcanzar nuestro máximo nivel sin compararnos con nadie.
      Sus panes pueden durar 4 o más días y estás comprando un producto sano, sabroso y que entra por los ojos.
      Un besote.

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  3. Una preciosa crónica y oda al pan artesano, que es una poesía. Cada vez me gusta más y me gustaría aprender más sobre él, si no fuera por la dichosa falta de tiempo y dinero...
    Que me gusta verte en marcha y disfrutar de esa forma. Que tienes una facilidad de palabra que te transporta y casi he podido oler esos panes
    Un besazo

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    1. Gracias Maite. El pan es toda una cultura y como bien dices lo estás observando ahora que te dedicas a elaborarlos. Jesús es un verdadero profesional y un artista que trata los panes con un cariño asombroso. Es un verdadero honor haber podido pasar unas horas con él y observar como mima su trabajo, para que sus clientes sean más felices cada día.
      Un besote bien gordo.

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  4. No puedo añadir ni una coma a todo lo que has puesto y has plasmado a la perfección todos los sentimientos, la sabiduría y el buen hacer de Jesus con cada uno de sus panes, desde que empieza con el proceso de pesado de los ingrediente, hasta que los saca del horno, que como deseaba que estuviéramos pendientes de escuchar a cada uno de sus "niños" cuando salían y nos "hablaban" con ese cricri que hacían al salir del horno.

    Da gusto ver como existen verdaderos profesionales que aman y adoran su trabajo y eso se nota en como mima a esa masa al trabajarla y el cariño que le pone.

    Ha sido un madrugón para nosotros, pero un madrugón que con gusto repetiremos porque las cosas que merecen la pena, eso.. MERECEN LA PENA y sobre todo, darlas a conocer

    Un besazo

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    1. Solo puedo decirte que gracias por compartir esta experiencia conmigo que sabes que tanto me gusta y que me está sentando tan bien. Tenemos que volver seguro. Por cierto, queda pendiente un día ir al sitio que nos dijo Jesús.
      Un gran, pero grandísimo beso.

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  5. Ximo, estoy contigo en todo, me apasiona el "pan de verdad", los "huevos de verdad" y la "gente de verdad" como tú, me dais mucha envidia, esa visita y conocer el manejo de Jesús me hubiese pirrado. en estos momentos estoy haciendo bollinos preñaos!! soy tambien muy panarra e intento mejorar, bsss y gracias por contarnoslo y enseñarnoslo. Por cierto, en Oviedo el pan es un horror, de toda la vida!!!

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  6. Muy buena crónica, que ganas de pasar por el horno a comprar estos fantásticos panes. Gracias!

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  7. Buenisimo el pan¡¡¡ ya no compro en otro horno...todas las variedas a cual mejor.

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