Carrilleras de ternera con cerveza negra, vino tinto y frutas de verano

Es cierto que no suelo poner muchos platos de carne y de los denominados "2º plato" o plato principal, pero eso tiene fácil solución. Por este motivo he elegido un plato de los que más me gustan en cocina. Unas carrilleras de ternera. Unas gigantescas carrilleras de ternera.

Pertenecen a los músculos maseteros, es decir los músculos que accionan las mandíbulas y son partes grasas que se encuentran a ambas partes de la cara de las terneras o de los cerdos.

Es un plato clásico pero al que he querido introducirle una serie de cambios que espero sean de vuestro agrado. He de confesar que últimamente estoy cocinando mucho y es uno de las elaboraciones que más satisfecho me ha dejado.

Ingredientes para 4 personas:

4 carrilleras de ternera

1 zanahoria

1 cerveza Guinnes pequeña

1 vaso de vino tinto

1 cebolla mediana

50 gr. de judías verdes

1 rama de apio blanco

1 nectarina

1 trozo de jengibre

Cilantro

AOVE

Sal y pimienta

 1 melocotón

Cerezas

Cebollino

Cortamos las verduras y las frutas en mirepoix, es decir en trozos no muy grandes e irregulares, porque luego trituraremos la salsa que elaboremos.

El jengibre es un rizoma que se usa fundamentalmente en las cocinas asiáticas. Posee un sabor fragante e intenso, con un toque picante al final. Posee un color amarillento y lo podemos encontrar fresco, en encurtido, seco o en polvo.

En primer lugar, le quitamos la tela nerviosa que tienen las carrilleras y las salpimentamos. A continuación las marcamos con aceite de oliva y las retiramos del fuego.

Reservamos hasta que hayamos pochado las verduras.

Rehogamos las verduras y la fruta con aceite de oliva, comenzando por las más duras (judías verdes) y terminado por la más blanda (nectarina).

Sé que en España cocinar con cerveza no es demasiado habitual y muchos menos con cerveza negra. En esta receta la he utilizado para darle un puntito amargo que combina perfectamente con las frutas dulces y ácidas que he utilizado al final de la misma.

Una vez rehogadas las verduras volvemos a introducir las carrilleras, rectificamos de sal y pimienta, añadimos el cilantro y seguidamente vertemos la cerveza y el vino tinto.

Tapamos la olla y dejamos cocinar 2 horas y 30 minutos aproximadamente a fuego medio bajo.

Para saber si la carne está lo suficientemente tierna pincharemos con un cuchillo y si se clava fácilmente ya estará. Reservaremos la carne en un bol.

Mientras trituramos la verdura y la fruta y dejamos reducir hasta que la salsa tenga una consistencia que nape.

Vertemos la salsa sobre la carne y dejamos reposar unas cuantas horas. De esta manera los sabores se armonizarán y concentrarán.

Picamos un poco de cebollino.

En un cazo, vertemos un poco de salsa.

Introducimos las frutas y cocinamos unos 3 o cuatro minutos.

Ahora sí que está listo para probar. En un plato ponemos una carrillera acompañada con las frutas y salseamos por encima. Por último, espolvoreamos con el cebollino picado.

Espero que sea de vuestro agrado, ya que es una mezcla de sabores increíble que junto con la melosidad de la carrillera, hará que sea un plato memorable.

Bon profit!