Tarta de cerezas y cobertura de queso crema

Hacía mucho tiempo que no preparaba una tarta. Bizcochos, tortas o similares sí, pero tartas la verdad es que no. Así que esta vez he querido lanzarme a rescatar mi afición por este sector de la repostería y el otro día mientras paseaba y luego leía en la playa se me ocurrió hacer esta receta.

La base es un bizcocho-torta de llanda que está hecho con cerezas. Le he dado un baño con un almíbar y he querido rellenarla y terminarla con una crema de queso. Espero que el invento sea de vuestro agrado.

Ingredientes:

Para el bizcocho:

400 gr. de azúcar

3 huevos XL

190 gr. de cerezas sin hueso

190 ml. de aceite de girasol

Ralladura de 1/2 naranja y 1/2 limón

490 gr. de harina de repostería

3 sobres de gaseosa blancos y azules

Para la crema:

400 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)

100 gr. de azúcar

120 gr. de mantequilla

Para el baño:

100 gr. de azúcar

250 ml. de agua

2 cucharadas de licor

Las cerezas están en pleno apogeo y tenemos que aprovechar que nos queda muy poco para poder consumirlas. Pese a los infundados mitos de su elevado contenido en azúcar, no es mucho mayor que al de una manzana o pera, tenemos que ver los beneficios que provoca en nuestra salud. Es buena para la piel, el tránsito intestinal, la tensión arterial y previene deficiencias.

Vamos allá con la receta.

En primer lugar preparamos la masa de la tarta.

Rallamos la piel del limón y de la naranja. Si no tenemos naranja usamos la piel de un limón entero. 

En un robot de cocina pulverizamos el azúcar y añadimos las ralladuras.

Efectuamos la misma operación y pulverizamos mayor.

Agregamos los huevos y batimos unos 4 minutos a velocidad baja.

Agregamos las cerezas sin hueso y trituramos.

Vertemos el aceite y mezclamos 1 minuto.

Por último, mezclamos la harina y los sobres de gaseosa y mezclamos bien. Dejamos reposar unos minutos en el vaso.

Ponemos la mezcla en un molde redondo desmoldable impregnado de mantequilla y harina. Dejamos reposar 10 minutos más. Mientras precalentamos el horno a 150º.

Introducimos en el horno y dejamos cocinar unos 40 minutos aproximadamente. Sacamos y dejamos enfriar sobre rejilla para después poder desmoldar.

Mientras se enfría elaboramos la crema.

Introducimos en el vaso y volvemos a pulverizar pasando por todas las velocidades.

Agregamos el queso crema y batimos un minuto a velocidad media. Reservamos en un bol.

Elaboramos el almíbar. Ponemos todos los ingredientes en un cazo y cuando comience a hervir, retiramos del fuego.

Cortamos la tarta por la mitad con ayuda de una lira o con un cuchillo jamonero. Calamos con el almíbar las dos partes del bizcocho. Ponemos una capa de crema y colocamos la parte superior del bizcocho. Terminamos con otra capa de crema y decoramos con las cerezas.

La dejamos reposar unas 12 horas y ya la tenemos lista para consumir.

Espero que sea de vuestro agrado. Esta receta es un poco más laboriosa, pero el resultado lo comprobaréis vosotros mismos. Que disfrutéis.