Hacía cerca de 2 años que no elaboraba unas croquetas. No soy muy croquetero, pero no es porque no me gusten, son de esas cosas de la cocina, que para mi gusto llevan mucho trabajo y no las hago. Me encanta estar horas y horas en la cocina, pero el croqueteo no lo llevo bien. Me pasa lo mismo con la lasaña y la musaka. Dicen que me salen buenas, pero me da mucha pereza prepararlas. No sé, serán manías mías. Como llevo unos días probando las algas, en esta ocasión he querido elaborar unas que combinan las gambas (sí gambas congeladas baratas, lo reconozco) y dos tipos de algas. Tenía mucho interés por combinar las dos cosas y el resultado me ha gustado. Las algas usadas ya las he usado en mis anteriores elaboraciones, el fantástico codium y la espirulina. El aroma era buenísimo y su sabor es muy fragante, pero para nada excesivo. Esta es mi particular elaboración de unas croquetas de algas y gambas. Espero que os gusten.
Ingredientes:
300 gr. de gambas peladas
125 gr. de codium
10 gr. de espirulina en polvo
1 cebolla mediana
75 gr. de harina
75 gr. de Aceite de oliva
1/2 litro de leche
Sal
Pimienta
1 huevo batido
Pan rallado
Aceite para freír
Picamos la cebolla finamente. Lo que en cocina profesional se llama cisselé.
A cuchillo, cortamos las gambas en trozos ni muy pequeños ni muy grandes. Como para tartar y reservamos.
Efectuamos la misma operación con el codium y reservamos.
En una olla ponemos el aceite y rehogamos bien la cebolla.
Una vez esté bien pochada, añadimos la harina y elaboramos un roux hasta que esté un poco dorada y hayamos conseguido quitarle el sabor a crudo.
Seguidamente, añadimos la leche que habremos calentado para evitar que se formen grumos. Cocinamos hasta obtener una mezcla espesa. Cuando hayamos obtenido esa consistencia, añadimos las gambas y cocemos unos instantes.
Seguidamente añadimos el codium y mezclamos bien con el fuego apagado.
Cuando se haya templado la mezcla, agregamos la espirulina en polvo y mezclamos bien. Dejamos reposar en nevera al menos 24 o 36 horas para que se asienten los sabores y consigamos tener una textura sólida, pero no excesivamente compacta.
Con ayuda de dos cucharas vamos haciendo quenefas y las pasamos por huevo rallado. Le damos la forma que deseemos y las pasamos por el pan rallado. Las vamos reservando para luego freírlas de golpe.
Ponemos un cazo o freidora a fuego fuerte y vamos introduciendo las croquetas hasta que se doren bien y queden crujientes. Cuando estén fritas, las colocamos en una bandeja con papel, para absorber el exceso de aceite. No usar un aceite demasiado intenso de sabor, ya que le puede transmitir a la croqueta esos matices.
Este es el aspecto interno que deben tener las croquetas. Un color marrón por fuera y por dentro un color verde intenso con mucho sabor.
Ya las tenemos listas para comer. Cuando las probéis, notaréis que tienen un sabor suave, no son excesivamente fuertes, pero se nota el sabor del codium y la espirulina. Sabores marinos que a mi en el caso del codium me recuerdan a los percebes. Acompañadlas con un vino blanco potente. En este caso un buen Albariño sería ideal.
Bon Profit!
Dan pereza las croquetas claro pero a mi me encantan. Y con los ingredientes que has puesto me encanta, un beso.
ResponderEliminarQuerido Ximo, como a tí me da un perezón hacer croquetas, sobre todo el envolverlas. Por cierto un asturiano muy cerca de Tapia ha ganado este año el campeonato de croquetas en Madrid Fusión, espero su receta!! jajaj, las tuyas son espléndidas, sobre todo por la introducción de las algas. A Angel León le encantaría probarlas, sólo sé de tí y de él que os dediquéis a ellas, Eres un crack, bsssss Marga
ResponderEliminargracias, estoy deseando probarlas
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