Últimamente me estoy decantando por elaborar recetas con toques un poco más arriesgados, pero en esta ocasión os he querido preparar una receta muy sencilla y fácil pero con una bonita historia detrás. Sabéis y si no lo sabéis os lo digo yo, soy asiduo al Horno San Bartolomé de Jesús Machí y allí de vez en cuando me encuentro con Leo la madre de Ana, la mujer de Jesús y verdadera alma máter del horno. Ella es la que ha llevado el horno con su marido Manolo durante decenas de años con una fortaleza y capacidad que a toda esta generación que se queja por trabajos duros, nos debería dar vergüenza el quejarnos. Una persona que ha trabajado de sol a sol para sacar adelante un negocio y una familia que a día de hoy aún funciona. Una persona con la que te gusta hablar, porque cada conversación es una lección de vida. Las personas que suelen pasar más por el anonimato son las que más me interesan, porque tras su apariencia humilde, dejan tras de sí un poso eterno. Y ella es así. Cuando voy alguna vez al horno, prepara una coca con cacao que a los niños y a todo el mundo en general, hace que se chupen los dedos cuando la prueban y un buen día le pedí la receta. Esta es la receta de una persona de la que todos deberíamos aprender aunque sea una décima parte de lo que sabe. Personas luchadoras y que han sabido transmitir esos valores a cada uno de sus hijos. Nunca la verás quejándose por nada y siempre agradeciendo cada una de las cosas que la vida le ha otorgado.
Ingredientes:
7 huevos XL
700 gr. de azúcar
650 gr. de harina para repostería
500 ml. de aceite de girasol
4 yogures blancos
100 gr. de cacao en polvo sin azúcar
2 sobres de levadura royal
En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta que empiece a blanquear.
Añadimos el aceite de girasol y mezclamos simplemente.
Seguidamente gregamos los yogures y mezclamos suavemente.
Tamizamos la harina y la levadura royal, agregándola a la mezcla.
Añadimos también el cacao en polvo.
Mezclamos bien con ayuda de una varilla.
Volcamos la mezcla en un molde engrasado y enharinado o cubierto con papel de horno para que no se pegue.
Precalentamos el horno a 175º y decoramos con trozos de chocolate a nuestro gusto. Yo he usado un chocolate de Valrhona que me dio mi amigo Jose Montejano. Es un chocolate rubio.
Introducimos en horno y cocinamos unos 45 minutos aproximadamente. Una vez finalizado el tiempo, sacamos del horno y dejamos reposar hasta que podamos desmoldarla. Dejamos unas cuantas horas hasta que la comamos, para que los sabores se asienten.
Como veis, se trata de una receta tradicional, clásica y sencilla, pero no por ello hay que dejar de realizarlas. Las cosas sencillas y prácticas en muchas ocasiones son las que nos dan las máximas satisfacciones. Las grandes acciones son las pequeñas y debemos aprender de los sabios, no de los eruditos que han estudiado mucho, si no de los mayores que nos llevan una vida por delante de aprendizaje a base de trabajo, lucha y superación.
Bon Profit!
que bonito tener gente interesante a quien escuchar y con quien compartir recetas, y si lleva chocolate, mejor!!
ResponderEliminarMuy buena historia y muy rica receta.
ResponderEliminarUn abrazo
Como bien dices, que bien sienta hablar con esa clase de personas que, bajo su sencilla apariencia, ocultan un mundo de sabiduría. Y además la comparten generosamente.
ResponderEliminarEl bizcocho, delicioso :)